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viernes, 16 de diciembre de 2011

| El señor de los huesos detenido por secuestro |




Adalberto Meneses Rivas tiene un contrato con la muerte. A sus 64 años se dedica a coleccionar huesos humanos para hacer de ellos "obras de arte". Diariamente, en su casa de Pueblo Libre, ingresa a su taller a las 4 de la madrugada para practicar un rito que algunos pueden considerar macabro. El hombre saca de(Click Sobre Leer mas) un costal de huesos un cráneo, al que podría examinar por horas. Si no encuentra algún rasgo patológico o anormalidad, pasa a quitarle la tierra con una cuchilla. Luego lo enjuaga en detergente y al secar empiezan los cortes. Retira con una sierra la tapa craneana y con un molde forma las bóvedas —huesos rectangulares—, que son la base de su creación.


TODO EMPEZÓ COMO JUGANDO. El primer contacto de Adalberto con los huesos se remonta a su adolescencia, como estudiante de Odontología en la Universidad Mayor de San Marcos, hacia 1968. Como parte de su instrucción debía estudiar el cuerpo humano, y así, profanó tumbas en los cementerios clandestinos de Villa El Salvador. Es en ese momento que su curiosidad científica lo empujó a un hábito incontrolable.

Para 1997, el odontólogo tenía en su poder varias cajas, bolsas y recipientes con restos óseos. No sabía qué hacer con ellos, hasta que su esposa e hijas lo motivaron a realizar obras de arte. Hoy su museo Juana Rosa OsteoCiencia y Arte ocupa toda una habitación con más de mil maquetas. Por ejemplo, presenta un juego de ajedrez: las piezas están talladas a partir de fémures, omóplatos y cúbitos. Todas están recubiertas de un barniz trasparente para simular vida donde hay muerte.


"Mi arte no es macabro", asegura Meneses. Y añade: "Los restos humanos son la parte tenebrosa, pero al terminar, cada pieza es algo más que muerte. Es vida". Cada hueso proviene de distintos lugares. Algunos fueron "obsequio" de sus colegas y amigos. Otros, del mercado negro de huesos, el mismo que abastece a miles de estudiantes de Medicina desde hace años y donde un esqueleto completo puede llegar a costar hasta S/.300.

En la habitación se respira un aire lúgubre. Las paredes están literalmente copadas por grandes cuadros hechos de cráneos humanos. "Son ocho personas por cuadro", afirma el artista. Todo el lugar está rodeado por artefactos óseos: un microscopio, copas, portaplatos, máscaras, panderetas, ceniceros, lámparas y un portabocaditos para bufet que —según cuenta Meneses— alguna vez cumplió su objetivo en una fiesta real.

En su página de Internet, recuerda que su inquietud por los huesos humanos nació como una respuesta natural a su curiosidad científica y revela que actualmente cuenta con más de 600 trabajos en huesos que son donados por sus estudiantes.

Tras la detención del odontólogo e inspección de su vivienda en Pueblo Libre, la Policía deberá determinar el procedimiento empleado para la adquisición de los huesos y la procedencia de los mismos, comentó el abogado Lamas Puccio.

Si Meneses no logra explicar la procedencia de esos restos humanos, Lamas indicó que se le deberá abrir una investigación preparatoria para comprobar la existencia de un homicidio, robo u otro ilícito en la adquisición de los mismos.

Por su parte, la integrante del Equipo Peruano de Antropología Forense, Katia Valladares, denunció la existencia de un “mercado negro” de huesos y restos humanos en la capital, que es conocido por la comunidad médica.

Explicó que los huesos suelen ser barnizados y ofrecidos para diversos fines, y que la procedencia de los mismos es desconocida. También sostuvo que esa actividad es ilícita.


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