En Rusia, el caso de una niña que vive con el corazón fuera del pecho genera asombro en los especialistas y todo aquel que ha escuchado su historia.
La pequeña sufre de un mal congénito, enfermedad que muy pocas personas en el mundo padecen.
Se ve una delicada capa de piel cubriendo el corazón de la criatura, dejando a la vista los latidos de este órgano fundamental.
La menor sobrevive gracias al suministro de un costoso medicamento, hasta que cumpla los dos años que es la edad, requerida para ser sometida a una intervención
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